Todo lo que hacemos, todo lo que pensamos, cada intención, cada emoción que tenemos crea un movimiento. En un paradigma de Dualidad y de acuerdo con la ley de Causa y Efecto, cuando creamos un movimiento en una dirección se crean automáticamente otros movimientos en respuesta, como una estela creada por un barco en el agua. Entonces, ¿a dónde está todo lo que es creado y que no vemos?
Podemos ver nuestra realidad como dos círculos que forman la conocida Vessica Piscis (llamada así haciendo alusión a la doble vejiga natatoria que tienen algunos de los peces).

Esta geometría nos muestra las diferentes formas de consciencia entre la dualidad y la no-dualidad. Es este caso lo vemos en Causa y Efecto.
Uno de los círculos representa la realidad en la que vivimos conscientemente, la Zona de Causa. Es donde hacemos nuestras elecciones, donde creamos con nuestras intenciones y acciones. El otro círculo es la Zona de Efecto; es donde se halla todo lo creado por reacción, a veces lo vemos y a veces no, no pertenece a nuestra realidad actual, puede estar en otros lugares, otros tiempos. Así es Causa y Efecto en Dualidad.

Cuando estamos en el proceso de Ascensión aumentamos nuestra vibración y nuestra consciencia. En algún momento empezamos a ver y comprender la interacción entre «Libre Albedrío» y «Causa y Efecto». El alma evoluciona, comenzamos a obtener sabiduría. Empezamos a tener consciencia de la Dualidad, la reacción a las Causas es más rápida, más perceptible, somos conscientes de la repercusión de los movimientos que creamos. Esta es el área de la intersección de los círculos, el Área de Consciencia.

La zona de la cuerda en la intersección es el lugar de los Iluminados, de los Maestros. Esta es la realidad de los que saben cómo usar la ley de Causa y Efecto de una manera consciente. Ellos usan su Libre Albedrío siendo conscientes de los efectos de sus acciones, palabras, pensamientos e intensiones. Un ejemplo es vivir en la Creación Pura, lo que implica crear la Causa a través del Efecto en la pureza. Aquí hay Quietud, no hay Movimiento.

El estado de estos círculos es dinámico, varía según la vibración del Planeta y de la humanidad, o sea, según el estado de la realidad en la que se vive. En la época de los profetas estaban bastante separadas, siendo el lugar de los Maestros muy estrecho.

Esto explica la razón por la cual eran tan pocos los que podían llegar a esa consciencia elevada; a través de su guía se daban los primeros pasos de consciencia.

En la época actual, muchas almas están ascendiendo en su vibración. Cuando más almas entran al proceso de Ascensión los círculos se acercan, lo que a su vez permite que más almas puedan elevarse. En el momento en que los círculos se superponen, la ilusión de la dualidad desaparece, el planeta entero se ilumina. Esto significa vivir en plena consciencia de Intención Pura, la Maestría de la Manifestación.

Ahora, pensemos en los círculos como esferas, entonces, la zona de los iluminados crearía un círculo, y la zona de intersección es una lente. Al subir otra dimensión, podemos imaginarnos que esa zona sube una dimensión también formando una esfera completa de iluminación, como un planeta iluminado en su totalidad.

El área de Consciencia, el área de la intersección está muy cerca de la No-Dualidad, por ende, el tiempo entre la Causa y el Efecto se acorta.

El Movimiento es una causa que crea un efecto. La naturaleza de este efecto depende de nuestra vibración en cada momento, nuestra intención crea también el Efecto y esto depende de nuestro estado de consciencia en cada momento.